Diseñando con propósito: mi viaje en UX

 

La experiencia de usuario no es solo una cuestión de estética o funcionalidad; es la clave para conectar con las personas, entender sus necesidades y transformar problemas en soluciones intuitivas. Mi camino en UX/UI no ha sido lineal, pero cada etapa ha estado marcada por la misma obsesión: investigar, probar y diseñar experiencias que realmente importen.

 

Uno de los proyectos más desafiantes y enriquecedores en los que he trabajado fue en Dispares, donde me sumergí durante seis meses en una investigación profunda para comprender a fondo a los usuarios. Sabía que, para diseñar algo realmente significativo, no bastaba con suposiciones; necesitaba datos reales, insights sólidos y, sobre todo, escuchar a quienes iban a utilizar el producto.

 

Un research de gran escala para tomar decisiones con sentido

 

La fase de research fue intensa. Para asegurarme de que cada decisión de diseño estuviera respaldada por datos, lideré un amplio proceso de investigación cualitativa y cuantitativa:

 

  • 200 entrevistas en profundidad realizadas a través de Condens, donde analizamos patrones, comportamientos y frustraciones de los usuarios en su contexto real.
  • Más de 500 respuestas a encuestas mediante Google Formularios, lo que nos permitió validar hipótesis y extraer tendencias clave a gran escala.


     



 

Cada entrevista revelaba algo nuevo. Descubrimos barreras invisibles en la experiencia del usuario, hábitos inesperados y necesidades latentes que ni siquiera ellos mismos habían identificado. Las encuestas nos ayudaron a cuantificar esas tendencias y priorizar soluciones con impacto real.

 

Del research al diseño: transformar datos en experiencias fluidas

 

Con toda esta información, traduje los hallazgos en soluciones estratégicas. Mapeé los pain points, diseñé user personas basadas en datos reales, y creé journey maps detallados para visualizar cada interacción clave en la experiencia.

 

El diseño no es solo un conjunto de pantallas bonitas; es una conversación continua entre el usuario y el producto. Por eso, mi proceso siempre involucra iteraciones rápidas y testeo continuo.
 

 

 

 

Más allá del diseño: conectar con las personas

 

Este proyecto reafirmó mi convicción de que el UX va mucho más allá de wireframes y prototipos. Se trata de empatizar, entender y crear productos que realmente resuelvan problemas. Cada usuario tiene una historia, y mi objetivo consistió en asegurarse de que esa historia se desarrolle sin obstáculos.

 

Hoy sigo aplicando esa misma filosofía en cada nuevo reto. La tecnología cambia, las tendencias evolucionan, pero hay algo que nunca varía: detrás de cada pantalla hay una persona buscando una solución.